La calle de Santurce Parte 4 1/2

Enric me miro y con mi pequeña libreta color negro en sus manos me contesto riéndose "Jamás pensé que alguien podía ser tan torpe, en creer que yo tengo una mirada profunda" No se porque no me molesto, incluso me ríe. Enric al devolverme libreta, agarra un silla y se sienta a mi lado, a pesar que los cubículos para leer en mi universidad son un poco pequeños no me molesto tenerlo tan cerca, tan cerca que pude ver el diminuto lunar dentro de sus oscuros ojos, era color marrón y tenia una forma muy peculiar, una luna menguante, de esas lunas menguantes donde en dibujos se puede apreciar una hada acostada, así de esa forma era el lunar de su ojo izquierdo. Lo más que me llamo la atención de ese lunar es que era exactamente dentro del ojo, debajo de la oscura pupila, que chico más misterioso. "¿Por que te fuiste corriendo esta mañana? Ni siquiera me diste tiempo para devolverte esto" de su mochila Enric saca mi billetera, mis ojos brillaron de la emoción y en ese hice algo que jamás pensé hacer, abrace a Enric. Es completamente normal abrazar a alguien pero por como Enric me había tratado jamás pensé demostrarle una pizca de cariño, pero lo hice lo abrace y luego este se levanta diciéndome que tenia que irse a trabajar. No se si es que a Enric no le gusta el contacto físico o que simplemente yo no le gusto. Pero lo mire, lo observe caminar hasta la salida y en ese momento fue que me di cuenta que Enric no solo es guapo si no que es un objeto el cual admirar, no se si es su altura, el modo en que en un hombro carga su mochila o la forma en que esos mahones pegados y esas camisas oscuras se completan con su piel, este tiene un lado oscuro lo puedo sentir pero por mas que me rechaza y por mas frío que me trate mas me siento atraída a el, pero a la misma vez no lo soporto. Ya eran las 3 de la tarde así que decido irme a mi dulce hogar, al salir de la universidad como no tengo carro me voy caminando, además para que quiero un carro si vivo tres bloques cerca, al caminar veo lo usual moribundos pidiendo dinero, artistas grafiteros pintando paredes en edificios abandonados y personas en los carros peleándose, AJA, para cualquier persona esto sonara como a la ciudad del caos pero para mi esto era mi bella ciudad la cual aprendí a amarla, Santurce es un centro artístico solo recurre a los murales y las paredes de edificios todas adornadas con grafitis artísticos. Bajo el sol ardiente a veces da sed así que decido parar en una cafetería la cual los dueños son Dominicanos y hacen un Mangu exquisito, al entrar veo a Gabriel sentado almorzando con una Rubia de ojos azules, mi corazón empezó a latir 100 veces por segundo, mis ojos no podían creer que Gabriel estuviese tocando la mano de esa rubia, trato de esconderme y irme de ese lugar sin un rastro pero para mi mala suerte Gabriel me llama para sentarme con ellos...(Continuara)