lunes, 19 de enero de 2009

Amor en el Piano




Es algo difícil de comprender pero si te pones a escuchar bien entenderás cada palabra que sale de ese ser. Aunque sea un instrumento tiene un poder que cada vez que lo escucho me llama hacia donde él. Noche oscura viento fuerte, un hombre alto y sus dedos en un piano, yo muy lejos de él pero cerca del sonido y cada nota me invitada a acercarme a él. No es fácil entender que el piano me puede comprender, pero el que lo toca me hace pensar en cosas que no puedo evitar. Me hecho de valor me pinto la mejilla y me acerco a él, cada paso se sentía como estar caminando hacia un cuarto lleno de placer ya que el sonido representaba un amor para mi ser. Me acercaba poco a poco a él y de la nada él me hablo a mí, sin palabra, sin letras, me dijo "ven conmigo" el piano fue el que lo dijo y él me miraba como diciéndome con sus ojos que era a mí a la que el piano llamo. Me acerque y en esa barra desierta lo beso, así lo bese sin saber su nombre ni él, el mío. Me heche hacia atrás y me dijo " ¡Soy Daniel!" yo avergonzada le dije "¡Luna!" y me fui corriendo. ¿ Que fue lo que me paso? ¿Porque corrí así? yo soy amadora y él se dejo besar de mí. No lo pude creer así que volví otra vez y el estaba allí, estaba solo, sin nadie en la barra ni en la tarima, solo el sentado en su piano el cual me seducía. Parecía como si él sabía que yo volvería y esta vez con su mano me llamo hacia donde él, me senté a su lado y la más hermosa melodía toco, me sentía en el cielo, un calor entraba por mis venas era él o el sonido que omitía pero esa sinfonía me volvía adictiva. Sin distracciones demás me beso, me agarro y encima del piano me trepo, era como un sueño hecho realidad. Sus besos bajaban por mi cuello hasta la mitad de mi traje negro. Parecía mentira pero en minutos la ropa no existía. Sus manos me tocaban como si esta vez la melodía salía de mi y su cuerpo rosaba el mío sin tener algún propósito de ser, las manos que tenia eran milagrosas porque pasaban por mi cuello como si me quisiera jalar el pelo, nadie entendería esa sensación hasta que la sintiera, se sentía desastroso pero era el mejor desastre que se puede sentir. Sus dedos acariciaban mi cuerpo, sus labios besaban mi pecho y aunque él me estaba siendo suya me gustaba más como me tocaban sus manos que como su cuerpo se hacía parte del mío. Al todo terminar, el piano quedo exacto y sus manos volvieron a tocar y yo llorando porque tendría que volver donde mi amado el cual no me sabe amar. Así que esta noche la recordare no como la traición que cometí si no como la vez que sentí amor un amor en el piano.

1 comentario:

  1. El mejor de todos Carhyl. Vuelvo a repetirlo, describes muy bien las escenas.
    No sé si conoces la canción "Unfaithful" de Rihanna pero en su videoclip aparece una historia muy parecida.

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