lunes, 23 de marzo de 2009

Regalando la seducción con sonidos


Es que la pasión se riega sin saber. Entramos juntos, nadie nos obligo, mis piernas se acomodaban entre las suyas y sus manos buscaban jugar con ellas. Los labios hablaban sin palabras juntos en un regata de estrellas. Al principio se sentía bien, podía dolerme y tan fuerte era el sentimiento que no sentía dolor si no placer. Hasta que le mentí. Yo le mentía y él no sabía. Cuando gritaba llena de pasión el se emocionaba pero yo le mentía yo no sentía nada. La pasión se escurría, el juraba que yo gemía de placer pero en realidad gemía por hacerlo sentir bien. Su cuerpo bajaba y subía no sentía nada pero él creía que sí. Mis ojos podían mentir, mi cara hacer muecas de satisfacción y mi cuerpo moverse a su deseo carnal. Pero todo era mentira, se podría decir que soy tan buena como la miel al no decirle que ni cosquillas me hizo sentir pero en realidad le regale la seducción con sonidos de placer.

1 comentario:

  1. anda... esta fuerte eso... pero interesante jajaja el mejor regalo a un hombre, la pasion en sonidos jaja

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